Aunque demore más de tres minutos en enhebrar la aguja porque su vista ya no es la misma de hace 20 años, y deba prender la estufa para que el frío no intensifique el dolor de sus huesos, Ramona se dispone a terminar una blusa para su vecina. Tiene 77 años y desde hace 58 se desempeña como modista, profesión que le permitió vivir modestamente y criar a su único hijo. Hoy sigue cosiendo, pero sólo para amigos y familiares.
Con apenas 7 años de edad, Ramona comenzó a incursionar en el tema de la costura. Se pasaba horas mirando como su mamá cosía todo tipo de prendas para ayudar con la economía familiar. De vez en cuando le sacaba a escondidas algunos retazos para intentar hacerle ropa a su muñeca, aunque eso le costara un día en penitencia. "Esos pedazos de telas que me robaba eran de los clientes y mi mamá los tenía que devolver -recuerda sonriente-. Pero de esta manera mi madre comprendió que quería seguir sus pasos, por eso, cuando tuve edad suficiente para manejar agujas, tijeras y la máquina de coser me empezó a enseñar los básico. Y a los 11 años ya sabía hacer ruedos, ojales y solfilados".
Cuando Ramona tenía 14 años, perdió a su mamá y tuvo que hacerse cargo de las tareas de la casa y la crianza de sus tres hermanos menores. Con el paso del tiempo decidió perfeccionarse como modista para, por lo menos, poder hacerle ropa a ellos. Y lo hizo sin estudiar, sólo mirando. "Cuando tenía tiempo iba a la casa de un tío que era sastre para ver cómo hacía su trabajo y así aprendí a hacer pantalones y sacos para hombres -contó la modista-. Esto me ayudó para que a los 19 años me contrataran en Marticorena. Allí trabajé por 14 años, mientras seguía cosiendo a particulares, entre ellos a los varones de importantes familias de San Juan como la Del Bono, la Cantoni y la Abecasi".
A los 34 años Ramona tuvo a su único hijo, al que también crió con su trabajo de modista. Profesión que continúa, pero a modo de hobbie. Sólo cose para amigos y familiares. Y todavía en aquella máquina que adquirió hace 46 años, con el fruto de su esfuerzo.

