�Silvina González no sólo es una de las maestras de la única escuela que hay en El Encón, sino también quien se encarga de poner en sobre aviso a la Justicia sobre la situación de vulnerabilidad por la que atraviesan algunos de sus alumnos. Ella fue quien denunció el caso de los chicos que mendigan en la zona del control fitosanitario y que, según contó, viven en un estado de abandono total. “El día que van a la escuela lo hacen todos sucios, sin peinarse, con la nariz cubierta de tierra negra y sin tomar una taza de té caliente. Son hijos de madres abandónicas a las que no les interesa ni hacerles de comer. Todas cobran un plan social y se conforman con eso. Ninguna amasa para vender ni cría animales para subsistir”, dijo la maestra.
La mujer contó que cualquier día de semana, pero más aún los sábados y domingos, es común ver a los niños vendiendo estampitas, limpiando parabrisas o pidiendo limosna a los camioneros que llegan al control fitosanitario. Agregó que muchas veces los choferes se enojaron por la presencia de los menores y ante el riesgo de que ocurra un accidente. “Los niños andan por entre los vehículos sin ningún cuidado y expuestos al peligro incluso de que los suban en un camión y se los lleven. Pero a los padres no les preocupa, si es común verlos con bolsitas llenas con las monedas que los chicos consiguen”, agregó González.
La maestra también dijo que estos chicos no saben hablar bien y que les cuesta mucho aprender los contenidos escolares, pero que “disfrutan” de ir a la escuela porque es la única oportunidad que tienen de estar en un lugar limpio, seguro y donde reciben comida y contención.
