Los delegados de Corea del Norte tenían el brazo adormecido por sostener arriba su cartel intentando opinar. Pero todo era en vano, la presidenta de la sesión seguía haciéndoles gestos de desaprobación. Es que ellos ya se habían peleado con Estados Unidos y habían presentado una queja porque su bandera no estaba entre los estandartes del atrio principal. Y despertaron el enojo de las autoridades y calentaron la reunión. Para completar la escena, Siria empezó a hablar y fue bombardeada por diversos países que la apuntaron por su guerra civil. Así de intensa fue la simulación de la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, que protagonizaron los alumnos de los 3 colegios de la UNSJ y las escuelas Capitán de Fragata y ETOA, ayer, cuando trataron el tema de los derechos en el mercado laboral.
+Honorable presidencia, solicito que se le permita hablar a los delegados de Corea del Norte. Varias veces pidieron la palabra y no les fue concedida+, dijo un representante de México para ayudar a sus colegas. Pero, la respuesta fue negativa. Lo que despertó una sonrisa del delegado de Estados Unidos y la mirada atenta de los miembros de las otras 39 delegaciones. Ya en el receso, la representante de Corea del Norte le explicaba a una de las asesoras de la reunión que se habían sentido discriminados porque no estaba su bandera y que con Estados Unidos la pelea es inevitable. Consiguió que les devolvieran la posibilidad de hablar, pero si bajaban los decibeles.
Mientras, la delegada de Siria intentaba explicarle al mundo que la situación laboral en su país es complicada y que tratan de solucionarla en un intento por frenar la guerra civil. Tras sus palabras, Estados Unidos insistió varias veces hasta que pudo hablar. Sus representantes detallaron una larga lista de características de Siria con las que no están de acuerdo. Pero la delegada de ese país se defendió al decirles: +La Cía está proveyendo las armas a nuestros rebeldes y eso es lo último que necesitamos para salir adelante+.
Mientras, en la sala no volaba una mosca y el clima se percibía muy tenso. Sin embargo, llegó la hora del refrigerio, los chicos dejaron de lado su papel y terminaron todos pegados para poder entrar en la foto grupal.

