Yoli, de la torre 39 del barrio El Vivero, Santa Lucía, confesó que cuenta los días para que empiece la obra y sacarse de encima el miedo que arrastra desde 2010, cuando junto a sus vecinos denunció que tres monoblocks habían empezado a hundirse. Luego de dos años, un estudio encargado por el IPV determinó que esos tres monoblocks se asientan lentamente y sufren desplazamiento de verticalidad por la pérdida de agua de un caño roto durante años, que ablandó el sustrato del suelo donde están asentadas las torres.
Para solucionarlo, el organismo anunció que hará una obra de consolidación en los cimientos, la que tanto esperan los vecinos desde el 2010.
“El estudio lo hizo una consultora y determinó que por la pérdida de agua de algún caño roto, durante muchos años, se saturó de humedad el estrato donde están asentados los monoblocks 37, 38 y 39. No ha sido posible determinar qué cañería tiene pérdidas, pero la recomendación técnica de la consultora es que hay que fundar las torres en estrato firme. Ese estrato fue encontrado a 2 y 2,50 metros de profundidad, por lo que cavaremos por tramos e iremos hormigonando (ver infografía). Además, reemplazaremos las cañerías de agua y cloacas”, explicó Oscar Montero, jefe de Ejecución de Obras del IPV. Los trabajos costarán $624.948 y tienen un plazo de ejecución de 90 días. En el IPV estiman que comenzarán a fines de octubre.
Por el hundimiento de las torres, ya se han salido las barandas, se partieron los pasillos que unen las torres, hay fisuras en los muros y en las escaleras y se han deformado los pisos de los departamentos de planta baja. A su vez, las vigas que unen transversalmente las torres cada vez se ven más separadas de sus soportes.
Los vecinos mostraron alivio por la inminencia de los trabajos, pero saben que los daños que ya presentan los monoblocks son irreparables. Desde el IPV afirmaron que solucionarán el problema de la estabilidad de las torres, sin embargo, las deformaciones no podrán ser rectificadas porque técnicamente es imposible volver a enderezarlas.

