Mendoza. CORRESPONSAL

En una clara estrategia “proteccionista” el gobierno de Brasil en conjunto con los industriales de ese país, entre otros temas, pidieron el jueves pasado reformular el acuerdo de precios de vino que existe con Argentina, -respecto del valor de la caja de 12 unidades-, y elevar de U$S 8 a U$S 18 la caja.

Sorpresivamente y de un día para otro, el Ministerio de la Producción de la Nación que conduce Débora Georgi, citó el jueves a Buenos Aires a distintas entidades e instituciones vitivinícolas del país, ya que a último momento, Brasil había decidido incluir al “vino” entre los productos sensibles a tratar por la comisión bilateral argentino-brasileña que se reúne mensualmente para tratar temas relacionados con el monitoreo al comercio entre ambos países.

No es un tema menor: las ventas a Brasil sumaron el año pasado alrededor de 40 millones de dólares y el vecino se ha convertido ya en el tercer mercado para nuestros embotellados, detrás de Estados Unidos e Inglaterra.

Sorprendidos por el nivel de la convocatoria -presidieron las delegaciones, el Ministro de Desarrollo de Brasil Ivan Ramalho y el Secretario de Industria de la Nación, Fernando Fraguío- los representantes vitivinícolas nacionales se mostraron preocupados por los planteos de la delegación carioca.

Sergio Villanueva, -directivo de la Unión Vitivinícola Argentina- explicó ayer que “al comenzar la reunión, los sectores públicos y empresarios de Brasil, hicieron una introducción argumentando que querían continuar trabajando en políticas estructurales de la actividad, además pidieron mayores precisiones acerca del préstamo del BID (50 millones de dólares) para el desarrollo de una política de integración de productores chicos y medianos a la cadena de valor. Además, demostraron una vez más interés en el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI), pero el desenlace que nos dejó perplejos, fue el pedido concreto de subir el arancel de la caja de vino de 12 unidades de 8 a 18 dólares, más del doble”. Insistieron así con una propuesta que vienen planteando desde el año pasado.

La respuesta a ese pedido fue contundente. Desde el sector vitivinícola nacional explicaron que en 4 años de aplicación de la barrera de precio al vino, la industria brasileña de esa actividad no había crecido sino todo lo contrario.

Por otro lado Argentina representa sólo el 20% de las importaciones de vino a Brasil, mientras que Chile ocupa el 28%. Además, en el volumen global del consumo brasilero, nuestro país representa sólo 4%, por lo que cualquier medida arancelaria que se tomen contra Argentina en materia vitivinícola, no le va a solucionar el problema.

Aunque no hubo definiciones, el término de la primera ronda de negociaciones entre los empresarios de sectores sensibles de Argentina y Brasil en Buenos Aires dejó gusto amargo en la boca de los argentinos.