Durante toda la mañana de ayer, el Club Puertas Abiertas se convirtió en un complejo deportivo al mejor estilo olímpico. Allí, chicos discapacitados del Gran San Juan practicaron actividades deportivas y recreativas. Así, las risas y los aplausos de los más de 150 alumnos se escucharon por más de 3 horas de competencia. Salto en largo, carreras de velocidad y lanzamiento de bala fueron las tres disciplinas que practicaron. Por primera vez participaron alumnos de una escuela de educación común.
En el cuarto Torneo de Atletismo para Escuelas de Educación Especial del Gran San Juan, que organizó la Municipalidad de la Capital. Y cada rincón del club fue adecuado para las distintas disciplinas. ‘Corrí varias carreras y tiré la bala. También jugué. Todo es muy divertido’, dijo con una gran sonrisa Nicolás, uno de los participantes. El chico, que tiene síndrome de Down, es alumno de la escuela Nuestra Señora de la Paz. Nico como le decían sus profesores, fue el encargado además de empezar el baile. De esta forma se convirtió el showman de la jornada con cada cuarteto que sonaba a todo volumen. Así, entre la música y los gritos de alieno, la alegría fue contagiosa.
Casi en la entrada del predio, estaba marcada el área de lanzamiento de la bala. Junto a esta, la zona de caída de la bola hacía que el predio del club pareciera un verdadero campo olímpico. Mientras que en el borde del área de lanzamiento los chicos esperaron su turno para arrojar la bala. Otros, con menos fuerza, lanzaron una pequeña pelota de trapo.
En otro sector, las líneas de cal marcaban los andariveles. Fue donde los chicos esperaron la bajada de bandera para correr hasta la meta. Los alumnos ciegos también corrieron, guiados por un compañero con una soga. En tanto en la otra punta de la escuela, un gran cajón de arena fue el escenario para que practicaran salto en largo.

