Con más voluntad que destreza, Johana sumergió el papel de lija en el balde de agua, convencida que así iba a lijar mejor los bancos de plaza que le habían tocado a su grupo. "Acá dice lija al agua, yo pensé que había que mojarla", se justificó entre risas cuando el coordinador le explicó que el agua era para limpiar el banco con una rejilla, pero antes de lijarlo. Mientras, sus compañeros Florencia, Jesica y Emilio fregaban con fuerza para sacar la suciedad y las inscripciones hechas en los bancos. "Ahora, cuando vea a alguien rayando un banco, voy a ser la primera en decir que eso no se hace", aseguró Jesica, quien se confesó una asidua visitante de la Plaza 25 de Mayo. "Es que esta plaza es nuestra", afirmó Florencia, otra de las integrantes del grupo de 60 chicos del Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera que ayer empezaron a cumplir tareas voluntarias en el marco del programa Cuido mi destino.
Divididos en 8 grupos, los adolescentes pasaron gran parte del día limpiando los bancos, para luego empezar a pintarlos. Antes, habían tenido una charla de capacitación sobre el programa de responsabilidad social de la empresa LAN y el cuidado del patrimonio urbano para el desarrollo del turismo sustentable. Y después, ataviados con mamelucos blancos que despertaron más de un chiste, empezaron a dar la primera mano de pintura a los bancos, cerca de 40 en total.
Las tareas se extenderán hasta el sábado al mediodía y comprenderán otras acciones, como la colocación de cestos de basura, cartelería y señaléctica en el circuito céntrico y en las inmediaciones de la Casa de Sarmiento, además de tareas de mantenimiento en la Celda de San Martín. Los tres alumnos que más trabajen se llevarán el bonus track de la jornada: un viaje a Cuzco, Perú, donde participarán de acciones similares junto a estudiantes de ese país.

