Los destellos se veían desde afuera. Y muchos curiosos se acercaron a ver de qué se trataba. Era el efecto de la luz sobre las coronas que habían copado el lugar. Ocurrió en la sala de entrada del municipio de Caucete donde el intendente recibió a las reinas invitadas al Almuerzo Real de la Fiesta Nacional de la Uva y el Vino. Este año asistieron 9 provenientes de Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata, Chaco y Mendoza. El año pasado vinieron 5 y en el 2011, 4. La Reina Nacional de la Vendimia de la provincia vecina no vino, pese a estar invitada.

Años anteriores el municipio sólo necesitó de una combi para trasladar a las reinas visitantes y ocupar 3 habitaciones del hotel en la Difunta Correa como máximo para hospedarla. Esta vez tuvo que disponer de un minibús y ocupar 6 habitaciones.

A las soberanas visitantes se sumaron las locales que este año también fueron más. Como todos los años participaron del Almuerzo Real la Reina y Virreina de la Uva y el Vino, la Reina Anfitriona de la fiesta caucetera y la Reina y Virreina del Sol. Y se agregaron esta vez la Paisana de la Uva y el Vino (este año se eligió por primera vez), la Reina de la Juventud de Caucete, la Reina y Virreina de Santa Lucía, y la ex candidata a Reina del Sol por Caucete que fue presentada también como Reina Departamental.

La conferencia de prensa previa al Almuerzo Real, se extendió más de lo acostumbrado. Duró casi una hora porque, una vez que los funcionarios departamentales terminaron su discurso de bienvenida, todas las reinas de las otras provincias tomaron el micrófono para agradecer la invitación a la Fiesta Nacional de la Uva y el Vino. Todas dijeron que estaban felices de participar del evento, aunque la Virreina de Guaymallén, Candela Furfaro, fue más efusiva que el resto. Terminó su saludo con un ’Y aguante San Juan’, lo que conquistó el aplauso de todos los presentes.

Por cuestiones climáticas el Almuerzo Real no se hizo en una bodega y al aire libre como en ediciones anteriores. Fue en un salón en plena ciudad de Caucete, donde también se notó la invasión de coronas. Años atrás sólo hizo falta una mesa para ubicar a las reinas invitadas. Esta vez se necesitaron 3. Además, los mozos debieron armar un par de mesas más para que todas las personas de la comitiva que acompañó a las soberanas visitantes pudieran disfrutar del asado cómodamente.

Luego del almuerzo, las reinas se retiraron a descansar para la noche. También iban a participar del Carrusel de las Reinas y del jurado que, posteriormente, sería el encargado de elegir a la nueva Reina Nacional de la Fiesta Nacional de la Uva y el Vino. Al cierre de esta edición, se estaba llevando a cabo la elección de esta soberana.