Antes de que se adentraran por el sendero de Lomas de Las Tapias, en Ullum, un profe les habló del lugar, de la importancia del cuidado ambiental y de lo reconfortable que es poder caminar por entre los cerros. Así, un grupo de 30 personas (la mayoría adultos mayores) emprendió una caminata en la se dejó de lado los miedos. El recorrido duró cerca de una hora y fue en el marco de una excursión que organizó la Secretaría de Deportes. La actividad continuará todo el año. Esta vez participó gente de Pocito y Rivadavia.
Llegaron en un colectivo que puso Deportes para el traslado. Se bajaron con bolsos y canastas con el termo, el mate y hasta bizcochuelos y pastafrola. Sin embargo, los profesores les dijeron que la merienda la dejaran para la vuelta, pues tan cargados no iban a poder hacer trekking cómodos. Por una huella, caminaron entre los cerros y no pararon de sacarse fotos, filmar y hasta consultar a qué se debía las formaciones de la tierra.
Sin zapatillas adecuadas y algunos hasta con pantalón de vestir, los abuelos se animaron a todo, a pesar de que al principio el miedo a la altura y a no estar en condiciones físicas para esa caminata, los incomodó.
Ernestina Comastri tiene 66 años y a pesar de que hace unas semanas fue operada de cataratas en su ojo derecho, se animó a la aventura. La mujer, que llegó con sus vecinas, caminó por el sendero de Lomas de Las Tapias y hasta se atrevió a trepar enormes piedras. ‘No voy a poder, es muy alto‘, dijo en un momento, mientras que los profesores la ayudaron para que dejara de lado el miedo y se animara a subir. Al igual que ella, y a pesar de no estar del todo preparados para esta aventura todos se atrevieron a desafiar la edad y caminaron sin parar durante una hora. Hasta hicieron cima y festejaron como si hubieran subido el Mercedario. Entre abrazos, sonrisas y fotos del grupo, todos celebraron haber dejado el miedo a la altura y a la edad. Después llegó la hora del mate y todo lo que llevaron para comer.
Además de los adultos mayores participaron hasta niños, que también forman parte de estos grupos que hacen gimnasia dos o tres veces por semana en los distintos departamentos, ya sea en las plazas, en los centros de jubilados o uniones vecinales de toda la provincia.

