La ornamentación de la llegada y la cuidada atención que se les brindó a los bikers que concluían su esfuerzo ya es una costumbre en las organizaciones de Adventure Pro. Ayer aún teniendo que abrigarse rápidamente los bikers aprovecharon la muy bien delimitada zona posterior a la meta para hidratarse convenientemente, compartir alguna fruta y charlar sobre las alternativas de la carrera.

El frío que obligó a recurrir a las camperas gruesas, gorros y capuchas no hizo mella en el entusiasmo de los ciclistas de montaña, muchos de ellos compañeros de entrenamientos que aún sin haber sido protagonistas en la lucha por su categoría festejaban con saludos y abrazos la finalización del esfuerzo.

Los inflables de Agua Clara by Graziani y de Powered, junto a gazebos de organización y de un stand donde se vendían las fotos, enmarcaron el final de la carrera. Todos, con mucho entusiasmo cumplieron su función sin importarles la baja temperatura.