“La edad es sólo un número”, decía el locutor Guido Iribarren desde el escenario. Abajo, distintos grupos de adultos mayores se preparaban para salir a mostrar su arte y probar que esas palabras son ciertas. Es que, ya sea integrando coros, centros de danza o realizando manualidades, los abuelos festejaron el cierre del mes en que se los homenajea, ayer, en el Teatro Municipal de Capital.

La mayoría llegó caminando lento, pero mientras brindó su espectáculo ya no mostró los rastros del paso del tiempo. Los miembros del coro Ausonia, por ejemplo, sorprendieron con el sonido y la firmeza de sus voces. Y a pesar de que todos sostenían una carpeta con las letras de las canciones que interpretaron en italiano y castellano, la mayoría apeló sólo a su memoria.

Los que también se lucieron fueron los miembros del grupo de baile del Barrio del Carmen. Antes de subir a desplegar sus pasos de folclore, Violeta Fernández, una de las integrantes de 72 años, contó que “empecé a bailar hace un año para poner en movimiento el cuerpo. Algunos salen a caminar, yo prefiero bailar”. Mientras que, su compañera, Teresa Sisterna, de 74 años, agregó entre risas que “lo más difícil no es aprender las coreografías, sino encontrar compañeros. Yo soy viuda y para bailar tuve que pedirle el marido a una señora a la que no le gusta subir al escenario. Él se llama Carlos Gómez y le encanta la música. Al final, Dios le da pan al que no tiene dientes”.

Mientras, otra de las integrantes del grupo, Carmen Guevara de 60 años, se dividía entre prepararse para subir a escena y cuidar su exposición de bandejas, relojes, cajas, lámparas y todo tipo de adornos armados y pintados por ella misma. Quien no subió al escenario pero dejó a todos boquiabiertos fue María Silvia Riveros. La mujer de 84 años teje de todo y, además, les enseña su arte a las otras integrantes del centro de jubilados Remanso Dorado. “Creo que tejo desde que nací, aprendí mirando a mi mamá”, contó.

Así, los abuelos dejaron en claro que manteniéndose activos la tercera edad es una de las mejores etapas de la vida.