Aunque analistas creen que Zelaya no tiene suficiente apoyo social para presionar a Micheletti a una negociación, la comunidad internacional podría ayudarlo. Entre las soluciones al conflicto que fueron puestas sobre la mesa y que no llegaron a buen puerto figuran una elección presidencial adelantada supervisada por organismos internacionales en la que no participe el depuesto mandatario, que recibiría una amnistía para evitar su arresto. Pero su ingreso, sin permiso, echaría por tierra esa posibilidad.