Su nombre real es Annelies Marie Frank. Pero trascendió sencillamente como Ana Frank. Ella era una niña judía que nació en Alemania el 12 de junio de 1929, pero huyendo de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra Mundial, terminó escondiéndose en un refugio en Holanda. Su vida era normal y corriente hasta que con sus papás Otto y Edith, su hermana mayor Margot, Fritz Pfeffer (un dentista judío al que Ana dio el nombre de Albert Dussel en su diario), y la familia van Pels (los van Daan en el diario), formada por Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter, idearon un método para salvarse del genocidio.
Unos días antes de ocupar el "anexo”, tal como Ana llamaba al refugio que se abría tras correr una estantería en las oficinas de un viejo edificio en el lado occidental de Amsterdam, empezó a utilizar aquel diario que le regalaron cuando cumplió 12 años.
Día tras día, los que fueron espaciándose según los riesgos, ella escribió lo que sucedía hasta que el 4 de agosto de 1944, un informador holandés guió a la Gestapo hasta el escondite y todos fueron arrestados y llevados a distintos campos de concentración. Miep Gies y Bep Voskuijl, dos de las personas que los protegieron mientras estuvieron escondidos, encontraron y guardaron el Diario, hasta que Otto, el padre de Ana y único sobreviviente de todos los que se refugiaron, decidió inmortalizarlo en 1947 convirtiéndolo en un libro que no sólo ha dado la vuelta al mundo sino que sigue estremeciendo al día de hoy a toda la humanidad.
Ana murió el 12 de marzo de 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, por una epidemia de tifus.
El Diario de Ana Frank, que también supo llamarse "La casa de atrás” o "Las habitaciones de atrás” ha sido impreso en 67 idiomas.