No fue una carrera más. Es que esta vez no importó llegar primero al podio y ser el más rápido del maratón. Lo que primó fue participar en una actividad que organizaron para ayudar a los chicos sanjuaninos que tienen cáncer. Y fue el Centro Cívico el punto de partida para los que quisieron correr 6 kilómetros o 3, en el caso de los amateurs.
Puntuales y con un sol espléndido, unas 500 personas se animaron a trotar con la clásica remera blanca de la fundación. Los que iniciaron la carrera fueron los niños oncológicos. Pero la familia no se quedó atrás. Es por eso que fue usual ver papás con changuitos y niños en bicicleta. Todo medio de transporte fue bueno para darle vida a una carrera solidaria que intenta introducirse en el calendario oficial.
‘Mi hija tiene 16 años pero desde los 6 padece de leucemia. Desde entonces formamos parte de la fundación. Todo lo que hacemos es para darle una mejor calidad de vida a los chicos que están enfermos. Y esta carrera es un granito de arena más‘, dijo José Costela, el papá de Nadia. Pero no fue el único que estuvo presente. Los familiares hicieron el aguante esperando a los corredores con una botella de agua cuando terminaron la carrera.
En cuanto al nivel competitivo, fue César Díaz, un gamelero de 9 de Julio, el que se quedó con el primer puesto. El segundo fue para Gabriel Elizondo y el tercero para Ignacio Avila.
La organización
El maratón fue organizado por la Fundación María Echenique que trabaja para mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer. La competencia estuvo avalada por la Federación de Atletismo y contó con el auspicio del Hospital Rawson. La movida fue para juntar fondos para ayudar a los niños.

