Tania Viglione y Alejandro Bettio son amigos y juntos tienen un emprendimiento de ropa desde hace 4 años. Ella estudió en Italia diseño de indumentaria y trabajó para una importante empresa. Él, hizo sus estudios en Buenos Aires y allí también trabajó. Pero ambos extrañaban su San Juan natal y por eso decidieron volver para combinar sus experiencias y armar algo entre los dos. "San Juan era un terreno virgen en ese sentido y queríamos regresar para invertir en nuestra provincia. Además, porque queríamos estar cerca de nuestros seres queridos", comentó Tania.
Fue así como surgió su empresa de ropa para mujeres de entre 18 y 35 años, llamada "Beivi", surgida de la fusión de sus nombres.
Pero por más esfuerzo que hacían los dos, la empresa seguía sin adquirir el impulso que ellos deseaban. Hasta que se enteraron del programa Capital Semilla. Los socios presentaron un proyecto y en 2013 salieron beneficiados: les dieron 40.000 pesos. "Nos ayudó muchísimo, nos permitió dar un salto muy grande", dijo la joven.
Con ese dinero, pudieron comprar más telas, máquinas para hacer camisas y mejoraron su taller ubicado en Capital. Con ese impulso, ambos crearon otra empresa: "Carmelo Virginio", llamada así en honor al abuelo de Alejandro y cuyo rubro está orientado exclusivamente a la fabricación de camisas para hombres.
"Somos mayoristas y aún no tenemos un local propio. Tampoco sentimos que ahora sea necesario porque estamos enfocados a expandirnos, pero la gente que quiera adquirir nuestras prendas puede hacerlo tras contactarse con nosotros por las páginas de Facebook. Por suerte estamos creciendo de a poco y ya tenemos varios clientes a nivel local y también en Mendoza y San Luis", explicó Tania. Y agregó: "nuestros precios son competitivos y nuestra ropa es de buena calidad. Nuestro objetivo es expandirnos a nuevas provincias, pero lo más importante de esto es que hacemos lo que nos gusta y en San Juan".

