Astros con enormes sonrisas, un niño que se pasea por el universo, como si todo se pudiese tocar fácilmente. Un viaje al universo. Eso es lo que se propuso Stella Malarodas cuando decidió escribir tres libros de astronomía para niños, aunque también pueden ser leídos por los adultos. Las obras astronómicas infantiles no abundan en este país, por lo que este material resulta interesante de tener y se puede acceder a él a través de internet y de manera gratuita. Justamente esto es lo que buscó la astrofísica que vivió en San Juan por más de treinta años y que falleció hace exactamente dos semanas. Madre de un reconocido fotógrafo de Diario de Cuyo, dedicó su vida a la investigación astronómica, pero su faceta maternal bien pronunciada (tuvo cinco hijos), hizo que entendiera qué quieren los chicos y cómo se les podía enseñar algo que a simple vista parece difícil de comprender. Como están en formato digital, cualquier persona que tenga una computadora, puede acceder a ellos, con sólo ingresar a http://tmp.ulp.edu.ar/à/fià/as sets/downloads/publication.pdf.

Stella fue una investigadora de perfil bajo. Nunca le gustó la exposición, sin embargo, sus trabajos fueron tan reconocidos mundialmente, que hasta en San Luis bautizaron un telescopio con su nombre. Fue en la Universidad de La Punta donde comenzó a trabajar en la bibliografía infantil. Se trata de tres libros que, de manera sencilla y colorida, enseñan a los niños las cuestiones básicas sobre la astronomía. “Mi idea siempre fue escribir algo para chicos y lo tomé como un viaje para descubrir el universo. El cielo está ahí y hay que mirarlo”, contó Stella en una entrevista, el año pasado. Según la investigadora, el primer libro, “Un viaje al universo”, muestra fenómenos simples, pero intrigantes, como la noche, el día o el cambio de horario según el sitio del plantea. El segundo libro está orientado hacia los fenómenos que se dan en el cielo, sobre cómo hay que ubicarse en la tierra. La investigadora comenzó a sentir el hormigueo de la astronomía cuando era muy joven. “Soy de la era del Sputnik. Allí empezó a interesarme la astronomía”, dijo en alguna oportunidad. Nacida en La Plata, decidió radicarse en San Juan donde pasó los últimos 30 años de su vida, acá crió a sus hijos y compartió momentos felices con sus nietos quienes llevaron estos libros a la escuela, según relató Stella, en una entrevista.

Stella siempre quiso que estos libros estuviesen al alcance de todos y por eso que trabajó en un soporte digital.

La obra está basada en un niño que mira el cielo y va descubriendo los cuerpos celestes. Es una especie de ABC de la astronomía. En el tercer tomo, que habla de los astros inquietos y que son las estrellas variables, porque todas las estrellas cambian a lo largo de sus vidas que se miden en millones de años, razón por la que quizás las personas no vean las variaciones, pero al estudiar el fenómeno científicamente se determina por ejemplo que varían en su brillo, algo que llama la atención desde la antigüedad porque se toma como una cuestión mágica.

Stella no sólo investigó. Además tuvo el don de transmitir su conocimiento a aquellos que no sabían nada de astronomía. Esto hizo que aprendiera a hablar con lenguaje accesible, y saber qué temas interesaba a los más chicos. Y fue justamente de ellos que recogió el material necesario para poder armar los libros.

Aquí podes descargar Un viaje al universo,Un viaje al universe II y Un viaje al universo III