Todos los días un cambio. En sus charlas, Ariel propone que las personas evalúen pequeños malos hábitos que tienen frente al volante, para tratar de mejorarlos. 

 

Siempre estuvo ligado a la comunicación. Durante muchos años trabajó dando diferentes charlas ligadas al liderazgo. Sin embargo, nunca pensó que un siniestro vial lo podía llevar a darle un giro a esas capacitaciones. Ariel Ocampo tiene 42 años, es papá de 5 hijos y desde hace unos meses dicta charlas relacionadas al cambio de hábitos a la hora de conducir. Estas charlas las da en las jornadas que realiza el Ministerio de Gobierno, en los clubes de San Juan, para promover la seguridad vial.

"La primera experiencia que tuve relacionada al tránsito y mis charlas fue el año pasado, cuando trabajé sobre cambios de hábitos con los choferes de la RedTulum. Ahí fue que me propusieron participar del plan Conducción Segura -las actividades que lleva Tránsito y Transporte a los clubes- y me pareció que podían funcionar", dijo y contó que en estas charlas él cuenta su experiencia y cómo eso lo llevó a cambiar algunas cosas a la hora de conducir.

Ariel sufrió un siniestro vial, que si bien no lo llevó a que su vida estuviera en riesgo, hizo que estuviera 10 días en Terapia Intensiva porque algunas de sus costillas podían comprometer sus pulmones. "Siempre hablé de cambios de hábitos, pero había algunos que no me di cuenta que tenía que mejorar. En mis charlas siempre cuento que el cinturón de seguridad me salvó la vida, pero el uso del celular mientras conducía provocó mi siniestro. Doy charlas sobre transformación personal y cuento que hay que bajar un cambio y que a mí ese freno me lo puso este accidente. Tuve un final feliz y eso sirvió para darme cuenta de que lo que consideramos lo más importante, termina no siéndolo. Yo di 7 vueltas en mi auto y en ese momento no pensaba si llegaba a fin de mes o si me podía ir de vacaciones, me preguntaba si iba a poder abrazar nuevamente a mis hijos y a toda mi familia", contó.

Si bien aún tiene mucho por mejorar, tras su accidente una de las cosas que hace es no sacar el celular de su bolsillo mientras conduce. Es que, cuando tuvo su vuelco, estaba contestando un mensaje de audio. "Y no vi la curva", dijo y agregó que en sus charlas le cuenta al público que empezó a contestar todos los mensajes antes de subir a su auto y que después piensa que si es algo urgente le llamarán y él podrá atender cuando detenga su vehículo. "Si suena un mensaje pienso que no es importante. Por ahí pensamos que tenemos el control y no es así. Los siniestros muchas veces se pueden evitar y a eso tenemos que aprenderlo. Este año ya hay cerca de 9 muertos en choques y eso tenemos que cambiar", dijo y agregó que esos pequeños cambios son muy valiosos, porque permiten cuidar la vida. "No podemos pretender que haya cambios de 180 grados. Con mis charlas, que duran unos 10 minutos, busco que la gente se haga preguntas e intente dar un pequeño volantazo. Yo aprendí a la fuerza y me gustaría que nadie tenga que pasar por un siniestro como el mío, para darse cuenta de que hay pequeñas cosas por mejorar", concluyó.