Los números hablan por sí solos sobre la importancia del edificio de la ex Maternidad del Hospital Rawson que ayer comenzó a ser demolido. Ese servicio y Neonatología funcionaron allí por 7 décadas (según los planos de construcción, estuvieron en ese lugar desde 1940). Allí atendieron, en promedio, unos 7.000 nacimientos por año. Y nacieron más de 380.000 sanjuaninos, en un ambiente donde la precariedad y la desolación siempre estuvieron presentes. Los padres no podían presenciar el trabajo de parto por falta de infraestructura; las flamantes madres compartían una sala donde permanecían todas juntas, con cero privacidad; y los familiares hacían el aguante, apretujados en la sala de espera de escasos metros cuadrados, soportando frío o calor extremo según la época del año.

Pero todo cambió a partir del 14 de febrero del 2010. Ese día comenzó la mudanza de Maternidad hacia el nuevo hospital, fecha a partir de la cual el antiguo edificio que quedó abandonado comenzó la cuenta regresiva para desaparecer por completo. Con el consiguiente cambio de 180 grados para el servicio.

A principios de abril se anunció su demolición, que comenzó a concretarse hace un par de días con el retiro de las aberturas y de los techos de loza de todo el edificio. Y ayer se comenzó con el derrumbe propiamente dicho, tirando por tierra las paredes con el uso de máquinas y trabajo manual, tal como se anunció.