Todo lo que le enseñó su tío más lo que aprendió en la Escuela de Mozos que funciona en la Escuela Alfredo Fortabat, Fernando Rosales lo pone en juego cada mañana. Es que no quiere equivocarse ni cometer errores en su “primer trabajo importante´´ (antes trabajó en la cosecha) porque sabe que está en un lugar de privilegio: es el mozo de la privada del intendente y sus secretarios. Por lo tanto sirve muchísimas tazas de café cada mañana.

+Lo que tengo que hacer me encanta y no me canso de trabajar. Encima acá tengo muchos amigos y todos me saludan y me conocen hasta el intendente+, asegura con entusiasmo.

En su entorno laboral dicen que es muy eficiente y observador. Tanto, que ha detectado que Marcelo Lima no es muy adepto al café por lo que en lugar de pocillos le prepara todos los días el mate.

Hacía mucho tiempo que Fernando quería empezar a trabajar pero no cumplía con el requisito de la edad para poder hacerlo. Ni bien cumplió los 18 años se incorporó al programa. “Tengo la suerte de estar cerca del intendente porque quiero demostrarle que puedo trabajar como los demás y por otro lado, mientras le sirvo el desayuno, algún día le voy a contar que la Escuela Fortabat no tiene terreno para todas las aulas. Quizás él me entienda y nos pueda ayudar´´, cuenta.