La presidenta Cristina Fernández de Kirchner protagonizó ayer un cruce verbal con su par de Francia, Nicolás Sarkozy, durante el debate que se dio en el seno del G-20 sobre si la salida a la crisis económica mundial debe ser el ajuste o los estímulos fiscales.

En las deliberaciones, Sarkozy dijo que los representantes de América latina, que rechazan el ajuste implementado en la Eurozona, no sabían del “hostigamiento” que tenía el euro y que llevó a varias naciones a implementar fuertes medidas de recorte presupuestario. Según relató la propia Presidenta a la prensa, posteriormente a la intervención de Sarkozy pidió la palabra para responderle por considerar que “no es de buen tino interpelar a alguien porque no se está de acuerdo con lo que se dice”, y para aclarar que a la Argentina le interesa la salud del euro porque tiene parte de sus reservas monetarias en esa moneda.

“Estoy segura de que Sarkozy no tiene ni un peso (argentino) en su Banco Central”, ironizó su enojo la primera mandataria ante la prensa.