Como impacientes por poder se parte de una gran noche, el predio del camping municipal se vio colmado de gente desde temprano. Los asistentes se volcaron masivamente a ver los show, a compartir una cena en los ranchos de comidas, a caminar entre los puestos de la feria, en definitiva, a disfrutar de la celebración. Tanto público llegó a la primera noche de la Fiesta de Ullum y su Espejo que algunos espectadores decidieron sentarse en el pasto, detrás de las miles de mesas y sillas que miraban hacia el escenario. Una multitud acompañó el regreso de la celebración ullunera, que por problemas climáticos se había suspendido en 2013 y 2014. Según autoridades municipales, hubo 14.500 personas en la primera noche, superando el récord de 2012, cuando asistieron 12.500.

Anoche, en tanto, se desarrollaba la segunda y última jornada, en la que aguardaban un marco similar de visitantes.

Largas filas de autos en los dos accesos al complejo se mantuvieron hasta incluso los primeras horas de ayer. Ya dentro del lugar, familias enteras ocupaban las sillas dispuestas frente al escenario y las mesas de los patios de comida. La ansiedad por volver a vivir la Fiesta de Ullum y su Espejo se palpó cuando la municipalidad agotó en pocos días las 8.000 entradas anticipadas que había sacado. Hubo visitantes no sólo de Ulum, sino de otros departamentos que respondían a los gritos y manos levantadas cuando el locutor nombraba lugares.

La actividad en el escenario comenzó con la presentación de la Reina del Sol de Ullum, Romina Serrano, y la Academia Municipal Arte Nativo, para darle paso a los distintos grupos. Hubo bandas ulluneras, además de El Yeyo, Me Gusta, Juan Cruz Rufino, Los Amigos del Viento y Pelusa.

A diferencia de otros años, en los que hubo una mezcla de ritmos, este año apostaron sólo a dos: cuarteto y folclore.

‘Además, por primera vez tuvimos apoyo de la Nación, que contrató y envió a dos artistas, Valentina Echegaray y al grupo Pijama Party. Es un orgullo que a la fiesta de los ulluneros la hayan reconocido a nivel nacional‘, expresó el intendente Daniel Albarracín.

En tanto, en los ranchos no daban abasto. Ofrecieron desde choris, hamburguesas y pizzas, a pastelitos recién hechos, tacos, punta de espalda a la crema o asado a la llama, con una variada gama de aromas que inundaron el predio. No faltaron los puestos de bebidas, incluso algunos que ofrecieron tragos como si fuese una barra de bar, desde un margarita a un mojito.

El clima también acompañó y la jornada fue impecable, incluso con una leve brisa que permitió disfrutar la fiesta hasta casi el amanecer.

En 2013 y 2014, la Fiesta de Ullum y su Espejo no pudo realizarse en ninguna de esas edición. Primero fue una lluvia que afectó a varios vecinos y decidieron destinar fondos para asistencias, mientras que el año pasado fue por los temporales de lluvia que dejaron miles de evacuados en la provincia.