‘Me agarró la pierna, me tiró al piso y me empezó a arrastrar. Parece que me quería meter a su casa. Me mordía por todos lados y yo sólo me tapaba la cara’, relató de Santino, el nene de 9 años que fue atacado brutalmente por un perro pitbull cuando jugaba a metros de su vivienda, en el barrio Hualilán, Rawson. Fueron momentos de terror para la criatura, quien fue salvado por un vecino. Aún así, terminó con lesiones en el muslo, el tobillo, una nalga y el codo. Su mamá, Leticia Lépez, no quiere conflictos con el dueño del animal, pero le pidió que se lo lleve del barrio para evitar que su hijo o cualquier otro niño sea atacado nuevamente. También realizó una denuncia policial y ante las autoridades sanitarias, pues el pitbull no estaba vacunado, dijo.
El ataque sucedió el miércoles, pero trascendió ayer. Santino fue a buscar a un amigo tras salir del colegio y en la casa contigua de ese niño vive el animal. Como el portón estaba abierto, el pitbull salió disparado a atacar a la criatura. Santino gritó desesperado y un vecino lo auxilió. Primero intentó separar al animal con sus manos, pero como no pudo, lo golpeó con una piedra. Fue entonces que el perro soltó al chico.
‘La lesión más grande fue detrás del muslo. Y los médicos me dijeron que gracias a Dios Santino se cubrió la cabeza, porque si el pitbull lo atacaba en la cara y el cuello hubiese pasado algo peor’, expresó la madre.
Leticia aclaró que los dueños del animal se pusieron a disposición y que no quiere problemas con ellos. ‘Me ofrecieron ayuda por los gastos que estamos teniendo, pero no la acepté. Nosotros amamos los animales, pero no sé cómo fue criado este pitbull. Por eso lo único que les pedí es que se lo llevaran del barrio. Ahora le tocó a mi hijo, pero puede pasar con otro niño’, dijo.
Hace unos días sucedió un caso similar en Santa Lucía y al chico de 8 años, que jugaba en una plaza, le hicieron 20 puntos de sutura en un brazo. En septiembre pasado, una nena de 9 años que dormía fue mordida por un pitbull, en Chimbas, al punto que le fracturó la mandíbula. Tuvieron que sacrificar al animal para que la soltara. Por otro lado, en abril pasado y en La Plata, un hecho sentó jurisprudencia: Horacio Fernando González fue condenado a 8 años de cárcel por el delito de homicidio simple con dolo eventual por ser dueño de un pitbull que mató a un nene de 2 años.

