Las figuras de este pesebre son 11 y similares a las de cualquier otra recreación del nacimiento de Cristo. Pero la estructura que forman el suelo y las montañas que rodearon a Jesús es lo diferente. Es de metal, una malla representa las sierras y la tierra del establo es el techo de un auto. Esta recreación con estilo moderno se quedará permanentemente en la Catedral San Juan Bautista y fue expuesta ayer en la conmemoración del 50mo aniversario de su creación y de los 30 años de la dedicación de su templo.
Lo que se busca con la representación es enseñar sobre la importancia de la familia en la sociedad y la solidaridad y el respeto que debe haber entre sus miembros.
La exhibición está en el medio del templo al costado izquierdo. Tiene una base de unos 3 metros con 2 de ancho y 1,70 de alto. Y las figuras de humanos son de 80 cm. Pero el establo, el pasto y las plantas que son parte del estereotipo de pesebre no están. +El estilo moderno de la obra en el que se muestran los materiales como son y se utilizan pocos elementos intenta ir de la mano con el de la Catedral+, explicó Silvana de Cara, una de las creadoras de la representación. +El arte moderno en la Catedral se evidencia, por ejemplo, en la imagen de Cristo que está atrás del altar porque tiene figuras geométricas que le dan forma y no con la representación idéntica de Jesús+, dijo Edith Borbone, la otra persona que trabajó en la obra.
De acuerdo con el cura párroco de la iglesia, Rómulo Cámpora, +se está perdiendo la unión familiar en la provincia y la ausencia de espiritualidad en la sociedad es también un tema que preocupa junto a la falta de contención para los jóvenes+. Y estos problemas se pueden resolver con la solidificación de la familia, agregó el párroco. Por estas razones el cura decidió poner un pesebre permanente en el templo con una iluminación suave para elevar el sentimiento de espiritualidad de la obra.
Gracias al aporte de los fieles se pudo solventar los gastos de la representación, unos 4.000 pesos, según el sacerdote. Las 11 figuras fueron traídas desde Roma, Italia, y son de una resina de alta resistencia y durabilidad. Y darle forma a los metales para que se transformaran en la estructura que sostiene a las figuras de María, José, el Niño Jesús y los Reyes Magos demoró 3 meses.

