Otro mundo. Sobre el techo de la sala principal del Teatro del Bicentenario hay tres puentes que alcanzan los 18 metros de altura y que conducen al corazón del edificio de apoyatura.

 

La entrega de un casco de seguridad y la consigna de usarlo obligatoriamente son los primeros indicios de la adrenalina que generará el paseo. Y esa primera sensación se cumple de principio a fin, tanto por desafiar el vértigo de llegar a más de 12 metros de altura como por el privilegio de ingresar a las entrañas del coloso de la cultura para conocer la maquinaria tecnológica de vanguardia que lo echa a andar. El Ministerio de Turismo y Cultura inauguró las Visitas Técnicas Guiadas por el Teatro del Bicentenario, una nueva propuesta gratuita para que la gente conozca su mundo interno detrás del escenario. DIARIO DE CUYO tuvo acceso exclusivo a la primera visita.

Emiliano y Mariana se presentaron como los encargados de guiar al primer contingente en participar de la visita. Rompieron el hielo preguntándoles a los participantes si sentían vértigo o temor a las alturas, lo que generó algunos comentarios chistosos, pero también un poco de preocupación.

La visita se divide en estaciones. La primera es para conocer el exterior del edificio de apoyatura del Teatro, donde funciona toda la parte operativa y donde se "cocinan" todos los detalles de cada puesta en escena. La segunda, incluye el ingreso al mundo fantástico que sólo el personal conoce.

Una rampa ancha y empinada indica la zona de carga y descarga de todo el material de escenografía, sonido e iluminación. No importa el tamaño que tenga este material, ya que hay dos portones de ingreso de grande dimensiones (el mayor es de 6 metros de ancho por 7 de alto) para facilitar el acceso y depósito del mismo. "De cada material que llega se hace un registro fotográfico para ver su condición. Si necesita refacciones se los traslada a los talleres en el montacargas preparado para soportar 3 toneladas de peso", dijo Emiliano.

El olor típico de la soldadura de metales se percibió desde lejos y con intensidad. Provenía del taller de escenografía, otra de las estaciones que incluye el paseo. Allí se ensamblan los diferentes elementos escenográficos que incluye la obra. Se ubica justo detrás del escenario para que el cambio de escenografía en una obra se haga sin pérdida de tiempo y en sincronía con el plato giratorio del escenario, de 16 metros de diámetro y 7 velocidades.

 

Plena acción. El taller de escenografía es uno de los lugares más atractivos del Teatro con gente trabajando antes, durante y después de una obra.
Tecnología de punta. El foso de la orquesta cuenta con un sistema de cilindros metálicos que lo hacen emerger en forma ascendente y silenciosa.

 

Avanzando unos pocos pasos se traspasa el telón de fondo para acceder a la caja escénica. En esta estación se pueden ver los dos hombros del escenario, uno a cada lado del mismo, y donde la maquinaria entra en acción

 

En el sector Oeste hay 12 varas contrapesadas que se encargan de hacer andar los telones manualmente, en caso de que el telón mecánico falle. También forman los carriles con los telones contrapesados para que se ubiquen los artistas antes de salir a escena. Todo con movimientos suaves y silenciosos, casi imperceptibles, para no generar ningún inconveniente.

 

Tras la primera media hora de paseo, llegó el vértigo a pleno. Comienza el ascenso para llegar al puente ubicado a más de 12 metros de altura, y por una escalera metálica que deja ver la profundidad que va generando cada escalón superado. "No miren para abajo", recomendó Emiliano antes de indicar un pequeño descanso, faltando dos metros para llegar a destino, para recuperar el aliento. 

 

Ya en el puente, un sonido muy suave y acompasado que provenía de algún lugar llamó la atención de los visitantes que se sorprendieron al descubrir qué lo provocaba. En ese momento los operarios hicieron descender una de las 16 barras mecánicas de iluminación que atraviesan el escenario y que sostienen una tonelada de luces.

 

La segunda parte del paseo incluyó el descenso al subsuelo para llegar a otras de las estructuras colosales que tiene el Teatro: el foso de la orquesta, extensible y de madera. Allí se pudo apreciar el sistema de cilindros metálicos que se compactan como espirales para hacerlo emerger a escena. También, ver un video que mostró parte del funcionamiento técnico-escénico del Teatro.

 

Nuevamente hubo que ascender a otro nivel del edificio, pero esta vez a través de una escalera de alfombra roja que condujo a la última estación. Fue la cabina de control de sonido e iluminación donde hay dos consolas de vanguardia para manejar cada mínimo detalle técnico. Todos los participantes coincidieron que este fue el mejor lugar para cerrar el paseo. Es que desde allí se tiene una panorámica completa de la sala principal del Teatro.

 

Para tener en cuenta

 

Horario

Las Visitas Técnicas Guiadas del Teatro del Bicentenario son gratis y se realizan únicamente los días viernes, a las 16, y con cupo limitado de 12 personas.

 

Destinatarios

Las visitas no son recomendables para personas con problemas de movilidad ni vértigo, ni menores de 18 años. Incluyen un ascenso a considerable altura.

 

Inscripción

Las visitas tienen una hora de duración aproximadamente. Y se deben solicitar a través de la página web del Teatro: www.teatrodelbicentenariosanjuan.org.

 

Consigna

Los participantes deben realizar el check-in por ventanilla de visitas guiadas, 15 minutos antes del inicio del recorrido para retirar la credencial y casco de seguridad.