El olor es insoportable. Las cunetas y las veredas con líquidos cloacales hacen que se deba mirar detenidamente por dónde caminar. Es que los pozos negros del barrio Juana Manso en Rawson colapsaron nuevamente. Esto sucedió a pesar de que hace un tiempo utilizaron sales químicas para evitar el colapso. Desde el Municipio de Rawson dijeron que en otros barrios el sistema sí funcionó.
Los vecinos comentaron que están cansados de vivir encerrados porque el mal olor penetra las ventanas. Es más, la cocina y el baño de muchos monoblocks se inundan con el líquido que sale por los resumideros. Además, contaron que incluso los espacios comunes del barrio no pueden ser usados por los niños porque son un foco de infección. Incluso tuvieron que vallar una zona porque el pozo negro se hundió.
A pesar de que en un primer momento el secretario de Obras de Rawson, Rubén García, dijo que las sales iban a subsanar temporalmente el problema hasta que la construcción de las cloacas se concrete, nunca imaginó que el paliativo iba a durar tan poco. En general, las sales son efectivas durante dos años, pero en este barrio fueron colocadas en marzo pasado.
El Juana Manso fue el barrio donde comenzaron a usar las sales químicas, cuya inversión fue de 100 mil pesos. En un primer momento dieron resultado, por eso las colocaron en otras zonas. Lo que colocaron fue una mezcla de sales y bacterias. Las sales hacen que las paredes del pozo se vuelvan permeables y las bacterias licúan la materia fecal y la convierten en líquido para que pueda ser drenada.
Según García los pozos volvieron a colapsar porque son pequeños para la cantidad de gente que los usa. ‘Hay un pozo para 18 o 20 familias y se llenan muy rápido’, dijo. Es por esto que aseguró que la solución será construir nuevos pozos para anular los que ya están obsoletos. Una tarea que empezarán en 20 días. Además dijo que las cloacas para esta zona podrían estar en dos años.

