Con la habilidad que les dio estar 35 años sobre los escenarios, los hermanos no tardaron en cautivar a la gente. En cuestión de minutos llevaron al público desde la risa hasta las lágrimas. Joaquín Galán ponía su cuota de humor y su hermana Lucía, le retrucaba con su tono de voz bien agudo. Así, Pimpinela hizo vibrar a casi 40 mil personas (una cifra récord para la fiesta, según las autoridades), el sábado pasado, durante la segunda jornada de la Fiesta de Albardón. Al cierre de esta edición se realizaba el cierre del festejo con la actuación de La Banda XXI y se esperaba una cifra similar de público. El viernes, que fue la apertura, hubo unas 20 que presenciaron el espectáculo de Pelusa.
Pimpinela subió al escenario cerca de la 1 de la madrugada y presentó un show impecable. Con la nostalgia de los temas tradicionales que hicieron famosos a los hermanos en la década del 80’, pero también con los nuevos trabajos. Los hermanos engancharon a la gente desde la primera canción. Y en pocos minutos trasladaron sus típicas peleas a la tribuna, a modo de show. Mientras Lucía buscaba a las mujeres del público como aliadas, Joaquín intentaba hacer lo mismo con sus pares, pero sin tanto éxito como su hermana. Así pasaron de las letras de infidelidad, abandonos y reproches hasta llegar a las más nostálgicas. Es que el show tuvo una mezcla perfecta de climas que hizo que la gente pudiera pasar de un estado a otro en cuestión de segundos. Sus letras que tratan sobre el amor por la familia, por los hermanos y la nostalgia de los hijos que crecen y se van, invadieron el predio y calaron en lo más profundo en más de un espectador. La ovación a cada tema fue inevitable y por eso el final se tuvo que extender por varios minutos. Tanto así que el dúo tuvo que reiterar varios temas, pero con arreglos más modernos.
No dejaron pasar la oportunidad de comentar a la gente sobre la versión de Jennifer López y Mark Antony, de su tema “Olvidame y pega la vuelta”. Además, por algunos segundos proyectaron imágenes de la pareja internacional mientras interpretaban el tema.
Las proyecciones de la pantalla de fondo, los videos, las fotos familiares y un toque de tecnología, le dieron al show un matiz distinto. Pimpinela busca renovarse, sumar público, pero sin perder a sus fans de los ‘80. Esto quedó a la vista durante su presentación el Albardón.
Durante el recital, que se extendió por más de una hora y media, interpretaron una veintena de temas. Empezaron con su nuevo trabajo discográfico, luego siguieron con los clásicos, para concluir con más canciones nuevas y las viejas, pero aggiornadas.
Fiesta que crece
Los invitados
Durante la noche del sábado, el gobernador Sergio Uñac y su esposa presenciaron el show de Pimpinela. También estuvo el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo y el intendente de Jáchal, Miguel Vega. Estuvieron sentados con los anfitriones, el intendente de Albardón, Juan Carlos Abarca y su esposa, la diputada Cristina López.
La circulación
Fue tanta la cantidad de gente que llegó a la fiesta albardonera desde la ciudad, que la ruta 40 colapsó por momentos. Pasada las 23, para avanzar desde el puente hasta la rotonda de ingreso al departamento, había que esperar más de 15 minutos. A esto se sumó que para estacionar los vehículos hubo que recorrer varias calles.
A full
Los stands que vendían bebidas y comidas no tuvieron descanso durante toda la noche. Hubo más de 20 puestos que ofrecían desde empanadas, panchitos, papas fritas, pizzas, hasta asado. Eso, sin contar los puestos de ventas que estuvieron apostados en las calles aledañas al Parque Latinoamericano. Muchas casas convirtieron sus patios en comedores.
Organizado
A pesar de la cantidad récord de gente que hubo durante la segunda noche de la Fiesta de Albardón, todo estuvo organizado. Hicieron cortes de calles para dar más seguridad a la gente y había efectivos de la policía dispersos por todo el predio. A esto se sumó personal de la Municipalidad que también colaboró para mantener el orden.