Cuba fue suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962 por sus vinculaciones con los países del bloque chino-soviético, consideradas “incompatibles” con el sistema interamericano.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, anunció ayer que propondrá a la próxima Asamblea General del organismo, que se celebrará en Honduras del 1 al 3 de junio, debatir la derogación de la resolución que suspendió la participación de Cuba en la institución.

Insulza considera que la resolución adoptada en 1962 es un “residuo de la Guerra Fría” y que contiene referencias históricas que no concuerdan con la realidad política actual.

Eso sí, precisó, una posible derogación de dicha decisión de 1962 no implica la readmisión automática de Cuba a la OEA, que requeriría otros pasos y debates adicionales.