Lo que empezó como una despedida de fin de curso divertida terminó convirtiéndose en una sucesión de desmanes que requirió la intervención de la Policía. Ocurrió en la mañana de ayer cuando cerca de 80 alumnos de la escuela Normal Sarmiento invadieron la plaza Laprida para festejar el fin de clases. Ocasionaron disturbios y molestias a la gente que pasaba por el lugar.

En un primer momento el festejo pasó por tomar a un compañero o compañera y arrojarlo a la fuente de la plaza, sin ningún tipo de cuidado. Pero no conformes con eso, los chicos comenzaron a llenar botellas con agua para chayar entre ellos, sin importarles mojar a la gente que pasaba por el lugar. Minutos más tarde el descontrol ganó la calle y obligó a que interviniera la Policía.

‘Algunos chicos cruzaron corriendo la avenida Libertador sin siquiera mirar, escapando de los compañeros que querían mojarlos. No hubo forma de controlarlos ni de convencerlos de que dejaran de exponerse al peligro. No me quedó otra que cortar momentáneamente el tránsito en la esquina de Libertador y Alem para evitar accidentes, y pedir refuerzos’, dijo una de las agentes que intervino en este hecho.

Tres efectivos de la Policía se apostaron en la plaza para controlar a los chicos. Su misión fue contenerlos y concientizarlos sobre los riesgos que corrían por esta ‘diversión descontrolada’. No lograron que los chicos se fueran a sus casas.

‘Cuando le pedimos que se fueran a sus casas porque no podían estar aquí (por la plaza), nos respondieron de manera desafiante diciendo que se iban a quedar porque la plaza era un lugar público. Luego de charlar logramos que dejaran de tirarse a la fuente, de cruzar la calle en forma descontrolada y de molestar a las demás personas’, dijo otro de los efectivos que, además agregó que la presencia policial en esta plaza iba a continuar hasta que todos los alumnos se fueran del lugar.