Es reconocido hasta en otros países por sus diseños y creatividad. Y, por años, fue uno de los encargados de vestir a las candidatas a Reina Nacional del Sol. Ahora volvió a trascender, pero por su buen corazón. Se trata del diseñador sanjuanino Francisco Zito, quien les enseña gratis diseño y costura a los internos del Servicio Penitenciario Provincial. El objetivo es compartir sus conocimientos y brindarles una herramienta laboral. Ya están preparando una colección cápsula que presentarán en un desfile.
Lorena jamás tocó una máquina de coser. Ahora ya imagina los vestidos que les confeccionará a sus hijas. Ella es una de las internas del Penal que comenzó el taller de moldería y alta costura que da Francisco Zito. Dijo que decidió hacerlo para pasar el tiempo, pero que el oficio la conquistó. ‘Nunca imaginé poder hacer una prenda y menos aprender de un diseñador famoso como Zito, que nos tiene una paciencia bárbara’, dijo la mujer.
A mediados de este año, Zito visitó el Penal, invitado a darles una charla motivacional a los internos. Y ese fue el puntapié para poner en marcha un proyecto solidario. ‘La charla fue sobre mi carrera y de como surgió por mi necesidad de crear. Los vi tan receptivos a los internos que pensé en transmitirles mis conocimientos. Tras la espantosa etapa de la pandemia, me replanteé algunas cosas de mi vida. Y me surgió la necesidad de compartir lo que sé, sobre todo con estas personas que padecen el encierro y muchas cosas más”, dijo el diseñador.
Tras conseguir la aprobación de Adriel Fernández, director del Servicio Penitenciario, Zito arrancó con el taller que incluye confección de moldes, conocimientos básicos de diseño, corte y confección de una prenda y práctica de armado de una colección. Las clases son dos veces a la semana y cuentan con la participación de 10 alumnos, 8 mujeres y 2 varones. ‘Me reconforta ver el entusiasmo que ponen los internos en cada clase para aprender rápido todo lo que les enseño. Es que, al menos en este espacio y con esta actividad, se sienten libres porque pueden crear sus propios diseños. Muchos de ellos incluyen rayas y cuadros que simbolizan el encierro para ellos’, dijo Zito.
En la sala donde funciona el taller casi no hay espacio libre para caminar. Tras correr las bolsas con las telas que aportó el diseñador y las que consiguió en donación para la causa, Ivana se hizo espacio para usar la máquina y poder continuar con la confección de una blusa, aunque podía continuar con su tarea fuera de clase. Es que Zito también les prestó una máquina de coser propia para que se lleven al pabellón y puedan seguir con las costuras. ‘Gracias a esto podemos hacer arreglitos de ropa y ganarnos unos pesitos, pero sobre todo entretenernos haciendo algo útil. Acá adentro el tiempo pasa muy lento y nos viene muy bien algo extra para hacer. Espero ansiosa los lunes y miércoles para ir a la clase de costura’, dijo Ivana.
Francisco Zito continúa con el diseño y confección de vestidos de novia, de 15 y de otras prendas de alta costura, profesión que adoptó hace varios años. Pero esto no le es un obstáculo para destinar 8 horas semanales a la enseñanza en el Penal, tiempo que a veces se extiende. ‘Estamos trabajando sin descanso para terminar la colección de prendas de alta costura con un toque de Pret a Porter que vamos a presentar en un desfile. Aún no tenemos definida la fecha, pero queremos tener todo listo para brillar en la pasarela. Este evento va a ser muy importante para los internos porque van a poder mostrar sus trabajos y hasta conseguir clientela ‘, sostuvo Zito.