Con las últimas luces del sol, comenzó el tan anhelado show que por la pandemia se suspendió durante algunas ediciones y que en esta oportunidad, regresó acompañado del anhelo y de la expectativa del público para disfrutar de una noche musical en un ambiente plenamente natural.

Cuando la luz del día se despedía, las iluminarias de colores hicieron brillar nuevamente el cerro Alcázar que acogió una vez más al Concierto de las Américas. Más de 3.000 personas fueron testigos de un evento que estuvo rodeado de los cordones montañosos característicos de Calingasta y que lo hacen único.

En dos escenarios predispuestos en el cerro para Sonenfá, el grupo local que maravilló con su fusión instrumental y La Delio Valdez, la banda nacional en la que confluyen varios músicos internaciones, dieron un gran espectáculo que no dejaron a ninguna persona sentada.

Si bien el frío acompañó la velada, también motivó a que los espectadores movieran el esqueleto al ritmo de las canciones que en más de una oportunidad de ha escuchado en la radio, en Internet y en eventos familiares.

Con la presencia del gobernador Sergio Uñac, autoridades provinciales, ministeriales y municipales, la gala se desarrolló con una previa a cargo de Luis Linares que interactuó con la gente desde muy temprano, jugó y bailó entre los senderos de tierra del lugar. Posteriormente, fue el turno de Marcela Podda y María Eugenia Silva quienes fueron las anfitrionas visibles del concierto y le dieron la bienvenida al público, además de darle el puntapié inicial a cada actuación musical.

La alegría de los presentes dejó al descubierto la magnitud del concierto y la importancia del regreso de un show apreciado por los amantes de la música y la naturaleza.