San Juan, 23 de Julio.- Los sanjuaninos que emigran de la provincia en busca de su destino son muchos. A Chubut, miles. Al menos eso dice Jorge Garro, un oriundo de Media Agua, pero con casi treinta años viviendo en el frío Sur argentino.

“Tengo una hermosa familia. Mi señora se llama Sonia, tengo tres hijos: Sebastián, Solange y Stefanía. Vine a Chubut en busca de trabajo porque en San Juan la situación estaba muy mal. Con mi esposa nos enamoramos de este lugar, de sus paisajes, de sus playas. Después vinieron los chicos. Tengo un nieto hermoso que se llama Joel”, relata Jorge con pasión por el lugar que eligió para pasar el resto de sus días.

Sin embargo, su situación actual no es buena. Y es que el sector en el que trabaja, el de la salud, atraviesa una crisis que no encuentra solución. Desde hace unos seis meses, los empleados de la salud marchan por las calles pidiendo una recomposición salarial retroactiva del 50 por ciento del sueldo básico, actualización de la antigüedad y descongelamiento de la dedicación exclusiva, sin éxito.

“También hacemos paros, pero el Gobierno hace oídos sordos. Hoy paramos y nos movilizamos. Necesitamos que nos escuchen”, dice este sarmientino, con un dejo de decepción.

“Yo me vine a Chubut en 1981 y a los 2 meses comencé a trabajar en el hospital. Necesitamos estabilidad laboral porque hay compañeros que desde hace años están en planta transitoria.

También que nos blanqueen el sueldo, porque tenemos sumas no remunerativas desde hace años y queremos que las pasen al básico. Y hay más cosas: el personal es insuficiente, infinidades de veces trabajé solo teniendo salas llenas. Las falencias son muchas”, continuó.

Sin embargo y más allá de los contratiempos y desventuras, Garro no duda en afirmar: “Soy feliz con lo que tengo. Me gusta mi trabajo y voy a seguir luchando para mejorarlo”.