Estuvieron relajados. Caminaron como si lo hicieran por el fondo de su casa y hasta se animaron a jugar mientras desfilaron. Así, unos 900 niños de Nivel Inicial de los jardines municipales festejaron ayer un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. El desfile fue en las inmediaciones de la plaza departamental y fue tan divertido que hasta los papás de los niños vistieron trajes de época y contagiaron alegría durante la celebración.

A pesar de que la mañana estuvo fría, los chicos se mostraron felices y a diferencia de los tradicionales desfiles, fueron más espontáneos y descontracturados. No siguieron una línea perfecta, ni marcaron los pasos. Caminaron tomados de las manos de sus maestras, se rieron cada vez que alguien los saludó y hasta aplaudieron al ritmo de la música. De esta forma los chicos, de entre 3 y 5 años disfrutaron a pleno el día y sus papás, a la par de ellos. Con pañuelos a lunares, la cara pintada de negro y hasta luciendo elegantes trajes de caballeros, los adultos también le pusieron al festejo una cuota de alegría.

Los padres fueron los encargados de cerrar el desfile. Bailaron, pidieron que la gente los acompañara con palmas y hasta repartieron chocolate y sopaipillas a todos los que se detuvieron a ver el paso de los alumnos del departamento.