Federico Amaya fue la figura de la noche ayer en Puyuta convirtiendo dos goles y dandole el triunfo al Víbora y por eso al finalizar el encuentro y con lágrimas en los ojos, el cordobés se desahogó en sus declaraciones. “Nunca nos dimos por vencidos. Necesitábamos un triunfo así para demostrarnos a nosotros mismos que podíamos. Por suerte se nos dio y ahora quiero festejar con esta gente”, sostuvo el punta.
Por su parte, el director técnico de Sportivo, José Bravo, expresó: “Siempre que llovió paró. No jugamos buen fútbol pero los muchachos mostraron una enorme entrega y por suerte pudimos convertir en el final las que tuvimos. Le dije a los chicos que ahora quedan seis finales y hay que jugarlas como se jugó hoy”, contó el Pepe.
