La única normativa que tiene la comuna iglesiana respecto a los animales que están sueltos, tiene que ver con la que prevé un corral para albergar, pero sólo a los animales de corral. La ordenanza indica que desde el municipio “se debe capturar y retirar de las arterias a todas aquellas cabras, burros, mulas, caballos, vacas, cabras, entre otros, que estén vagando por las rutas (foto) y que sean un peligro potencial”.
En este caso la comuna les da de comer y los mantiene hasta que aparezca el dueño del animal. Una vez que el propietario se presenta para llevarse a los animales, debe cubrir los gastos que generó la manutención de estos animales.
Esta disposición legal aclara que sólo rescata a los animales de granja y que potencialmente pueden ser causa de un accidente de tránsito en las rutas del departamento. No hay ninguna normativa que prevea qué hacer con animales salvajes, como el caso de las jaurías.