�El caso de los dos chicos quemados con una sustancia química arrojada en el fondo de la bodega, tiene un antecedente mucho más trágico: las muertes de Mercedes Montivero y su hija Mayra Illanes ocurridas a fines del año pasado. Ambas habían ido a buscar piedras al predio de 10 hectáreas de una escombrera con ingreso por calle Luna y Oro, en Chimbas. Y días después ambas perdieron la vida: Mercedes el 29 de noviembre; Mayra el 5 de diciembre.
En la investigación se determinó que ambas habían sufrido graves e irreversibles lesiones al tomar contacto con restos de carbón activado que habían arrojado en el lugar los responsables de una empresa que hace mosto.
