La decisión de sacar a Juan Brizuela de su casa y derivarlo a un hogar que depende del Estado la tomó el Juzgado de Menores, tras analizar los informes del Hospital Garrahan y de los equipos técnicos de la Dirección de la Niñez y de la Municipalidad de Sarmiento, en los que responsabilizaron a los padres del chico porque supuestamente no le daban correctamente la medicación y porque la higiene de la casa no era la adecuada para un paciente tan frágil de salud.

Ahora, los equipos técnicos encargados del caso elevarán un nuevo informe para que el juez decida el futuro de Juancito: si regresa a su casa o se queda en un hogar que pueda garantizar su supervivencia. Para ayudar en el caso de Juan, que conmovió al país, los gobiernos provincial y municipal colaboraron con una casa nueva (un módulo habitacional de emergencia, más una habitación extra para Juan), muebles, medicación, ayuda alimentaria y un subsidio de $500 mensuales que aún recibe.