Durante una recorrida, efectivos de la Comisaría 17ma de Chimbas detuvieron a dos menores que circulaban en una carretela con artefactos eléctricos robados. Tras el operativo, los dos chicos fueron entregados a sus respectivas familias, y los policías dejaron todos los elementos secuestrados, incluso el caballo, en la seccional que está frente a la plaza de Chimbas.
Desde ahí, el animal está en la puerta de la comisaría y no se sabe qué harán con él, pues no lo quieren devolver a los supuestos dueños porque no tienen ninguna documentación que acredite que es de su pertenencia. Según el jefe de esa dependencia, Alejandro Solar, el futuro del animal será decidido por la Justicia, sin embargo ya pasaron hasta algunas protectoras a pedir el caballo para poder cuidarlo.
Según comentó Solar, el animal no puede ser devuelto a los supuestos dueños ya que ellos no tienen ningún documento de propiedad del caballo. Además, otras fuentes ligadas al caso dijeron que el animal era usado para robar y trasladar los productos y que esa es la razón más fuerte por la que no quieren entregarlo. Mientras tanto, el equino permanece atado con usa soga a un árbol.
Está junto a la carretela y algunos autos secuestrados. Ahí, el caballo pasa sus días desde el jueves, custodiado por los policías, quienes el fin de semana lo protegieron de la lluvia guardándolo bajo un techo en la seccional. Y no sólo lo cuidan de la lluvia, sino que todos los días los mismos efectivos son quienes se encargan de llevarle agua para que el animal no tenga sed.
Si bien en un primer momento se dijo que no tenían con qué alimentarlo Solar aseguró que eso no es cierto y que el padre de uno de los menores que fue descubierto con los elementos robados le llevó comida en varias oportunidades. ‘Y nosotros le damos agua. Pero nos gustaría que se lo lleven porque el olor es insoportable‘, dijo el comisario y contó que el caballo se volvió una de las atracciones de la zona. Es que la gente que va a la Municipalidad de Chimbas, al cajero automático o a la sala de Salud, junto a la seccional, se detiene a mirar el animal, que parece preso.