Curioso destino el de los Alfonsín en el podio de los bustos sanjuaninos. Primero, en la plaza Hipólito Yrigoyen, al ex presidente Raúl Ricardo lo terminaron desterrando y reponiendo luego, de tan feo que había quedado la versión primigenia. Y ahora, en la renovada y embellecida Plaza Centenario de Villa Krause, el monumento deja a los más despiertos con una sonrisa de lado, a los más desprevenidos con la boca abierta, y a todo el mundo con un tremendo signo de pregunta sobre la cabeza: el Alfonsín homenajeado, ¿es el padre o el hijo? "Dr. Ricardo Alfonsín", reza la placa, y el rostro se supone que es el del patriarca radical en la era posdictadura. Pero no dice "Raúl", y encima es tan igual a su hijo…
Es el padre, se apresuran a aclarar desde la Municipalidad de Rawson. Raúl Ricardo Alfonsín, nacido en 1927 y fallecido en 2009, presidente de la Nación de 1983 a 1989, ícono del juego democrático y de la lucha por los derechos humanos. Su busto en la plaza remozada está ubicado junto al de Cantoni, Perón y Sarmiento, en el sector Este. Y su semblante de bronce mira al frente, firme, muy serio. Como si no hubiera adivinado que el nombre que le pusieron abajo es técnicamente suyo, pero mucho más asociable al de su hijo Ricardo Alfonsín, tan renombrado en su rol de "heredero de", como en su virtual candidatura para seguir los pasos de su padre en el Sillón de Rivadavia desde el 2011.
El busto, hecha la aclaración, es para el padre. Pero en el blooper cae el hijo. Cualquiera diría que a Ricardito lo homenajearon en vida, cosa inédita en la lógica del bronce. O que en la administración de Gustavo Rojas, delfín del diputado Mauricio Ibarra, hubo un cortocircuito con el Peronismo Federal y decidieron darle la derecha al precandidato presidencial de la UCR. Pero no, nada de eso.
Desde el municipio reconocen el error. Al busto lo donaron los radicales, confiesan, pero ellos mismos se encargaron de la placa. Y, entre trámites y encargos, el Raúl quedó perdido en el camino. Y antes de que Ricardito allá en Buenos Aires crea que le están lanzando la candidatura desde Villa Krause con pedestal y todo, cortarán por lo sano: mañana mismo, prometen, cambiarán la placa y pondrán una que diga "Dr. Raúl Ricardo Alfonsín". Y, de paso, cambiarán también la placa de Perón, que está partida al medio (pero eso todavía no generó ninguna suspicacia).
Eso sí: ni qué decir lo que le tocó a Federico Cantoni en la misma ristra de bustos. El Hacedor, también radical y luego sembrador del Bloquismo, propulsor del primer voto femenino en el país y símbolo indeleble de la política en la agitada década de 1920, por ahora tiene que conformarse con un destino peor que el de su correligionario Alfonsín: en la placa del sanjuanino asentaron, con pulso recto y caligrafía impecable, la referencia de "Dr. Federicio Cantoni".

