Seis años antes del incendio que consumió casi totalmente el Rectorado de la UNSJ, una tesis de post grado realizada por tres ingenieros especializados en Higiene y Seguridad en el Trabajo advertía sobre las malas condiciones de seguridad del edificio. Y ponía el acento sobre el riesgo de incendios, ubicando el epicentro del peligro en el cuarto piso, que fue donde comenzó efectivamente el fuego. El informe sobre los peligros existentes en aquel momento se desprende del trabajo que realizaron los ingenieros Ricardo Von Euw, Fernando Montes Graffigna y Jorge Alberto Orellano. Entre los aspectos que los profesionales calificaron como de alto riesgo, se mencionaba la falta de prevención de incendios y la posibilidad de una propagación rápida y voraz del fuego, algo que finalmente ocurrió. La sobrecarga en los tableros eléctricos, la falta de conexión a tierra y protección diferencial y la gran cantidad de material inflamable utilizado en la construcción de boxes eran algunos de los puntos relevantes del informe. La investigación también reveló que prácticamente no había mantenimiento en el edificio y que el sistema eléctrico de todos los pisos estaba en muy mal estado. El trabajo, que fue aprobado y recibió muy buena calificación, contó además con el prólogo del entonces secretario de Ciencia y Técnica de la Nación, el ex rector Tulio del Bono. En el prefacio, el propio Del Bono ponía el énfasis en el compromiso de actuar y no reparar en gastos para la seguridad.
