El objetivo de agilizar el tránsito se vio opacado por el despiste de los peatones y contratiempos generados por la negligencia de los conductores y por algunas cuestiones estructurales. Es lo que se vio ayer, en el primer día de la restitución de la doble mano en Avenida Ignacio de la Roza, entre General Acha y Rioja, y que generó caos vehicular y algunos peligros en horas pico.
La gente se quejó por el cambio, aunque dijo que todo mejorará cuando se ‘aceiten’ algunos puntos y la comunidad se acostumbre al mismo.
Los conductores tuvieron que recurrir a las bocinas para alertar a los peatones que pretendieron cruzar la Central por mitad de la calzada (no por la senda peatonal) y sin mirar hacia el Este, desde donde volvieron a circular los autos. Este despiste generó frenadas y hasta algunas situaciones de peligro.
El conductor de una camioneta que circulaba de Este a Oeste no pudo evitar golpear con el espejo retrovisor a un peatón que cruzó de Norte a Sur y sin mirar para su izquierda. El episodio no pasó de ser más que un susto.
Los efectivos policiales y los Monitores Urbanos hicieron sonar sus silbatos en forma permanente, especialmente para evitar que los conductores se detuviesen y estacionasen al costado Sur de la avenida donde ahora está prohibido hacerlo y donde esta prohibición está debidamente señalizada. ‘Los principales inconvenientes que detectamos son los peatones que cruzan la avenida mirando sólo para el Oeste, sin percatarse de que ahora también los vehículos vienen del Este. Y que los conductores quieren detenerse sobre el costado Sur para bajar o esperar a alguien. Y eso ahora está prohibido. Por ahora estamos haciendo una campaña de información y prevención, pero después se infraccionará a quienes violen las normas’, dijo Santiago Maldonado, Monitor Urbano.
La angostura de ambos carriles en este tramo de la avenida es una de las condiciones que generó contratiempos ayer. Cuando un conductor paró su marcha en alguno de ambos costados generó congestionamiento o maniobras peligrosas cuando los vehículos que venían atrás se abrieron hacia el costado para pasarlo, invadiendo el carril contrario.
Este poco espacio en los carriles también generó congestión cuando los vehículos que estacionaron en los boxes de carga y descarga en el costado Norte de la avenida tuvieron que salir marcha atrás, invadiendo el carril opuesto. Pero el momento más caótico, por falta de espacio, lo protagonizó el colectivo doble piso de larga distancia que circulaba por Rioja, de Norte a Sur, y quiso doblar por Central hacia el Oeste. Tuvo que detenerse mientras el ayudante del chofer bajó y ayudó al policía que estaba en esa intersección a retirar los conos naranja y a detener el tránsito para que el colectivo tuviera espacio suficiente para ingresar a la Central y bajar a los pasajeros en el Hotel Provincial.
Está bueno que ahora se pueda circular por ambas manos en este tramo de Ignacio de la Roza porque antes había que dar un vueltón para ir a la Plaza 25 por ejemplo. Pero los carriles son muy angostos y sin un bulevar que los separe, por lo que es esperable que haya accidentes. Igual, esto va a ser hasta que la gente se vuelva a acostumbrar a la doble mano y aprenda a mirar nuevamente hacia ambos costados’, dijo Angel Braco, un artesano que tiene su puesto en la vereda del Correo.
Hace un par de semanas, desde el municipio de Capital se anunció un nuevo cambio en este tramo de la Avenida Ignacio de la Roza y la vuelta de la circulación en doble sentido, para que la gente estuviera informada sobre el mismo.
Entonces también se dijo oficialmente que esta instancia se tomará como prueba piloto por 45 días. Y que si este cambio es aprobado por los capitalinos, se procederá con la repavimentación del área con el método ágil empleado en el resto de esta avenida.