“A la dos de la mañana (de ayer) un estruendo nos asustó. Escuchábamos el viento que golpeaba con fuerza pero de repente el ruido fue muy fuerte. Y cuando miramos por la ventana vimos el árbol caído sobre el techo de la casa”, contó Lorena Pastén, una de las mujeres que habitan la vivienda que sufrió daños tras el viento de la noche del martes.

La casa está ubicada en la calle Coll casi Calívar, en Rivadavia. Y en ella viven 20 personas de los que 11 son niños menores de 14 años. Y a pesar de que el lugar es grande, todos viven amontonados en distintas habitaciones.

“Si se nos cae el techo no tenemos donde ir” dijo Teresa Cortez, que tiene 70 años, es la propietaria de la casa y la abuela de las demás mujeres. Es que a pesar de que el techo a simple vista no se rompió, el cañizo quedó hundido en varias zonas y cruje constantemente. Y fue por eso que los Bomberos aconsejaron a las familias que no ingresen a la vivienda porque hay riesgo de derrumbe.

“Ahí nomás llamamos a los Bomberos y a Energía San Juan, porque nos quedamos sin luz. Después nos pusieron la electricidad, pero nadie saca el árbol y sigue haciendo presión sobre la casa”, dijo Karen, otra de las mujeres que viven en la casa, que es de adobe. Mientras que mostró que la mayoría de las ramas que cayeron sobre el techo fueron cortadas por ellos para evitar más daños.

Además, debieron dormir en el patio de la casa porque no pueden ingresar. “Tuvimos que sacar todos los muebles y tenemos miedo de que venga otro viento o más lluvia”, dijo Karen.