Hace justo un año, en enero de 2010, unas 100 cabras permanecían en estado total de abandono y desnutrición en lo que se perfilaba como un importante emprendimiento en la localidad de Carpitería, Pocito. Entre los famélicos animales, los cadáveres de aquellos que no pudieron soportar la situación y murieron permanecían con jotes revoloteando alrededor. En aquella oportunidad, fueron los propios vecinos los que dieron cuenta del estado en que se encontraban los animales y del olor a podrido que salía del lugar. Ante la denuncia, intervino la Justicia de Paz de Pocito, que determinó el decomiso de los animales y fijó una multa a los responsables del lugar. Finalmente, se ordenó que los animales que se habían decomisado fueran entregados a escuelas agrotécnicas, con el objetivo de que se hicieran cargo de su crianza con fines pedagógicos.