Un calco de la presunta estafa investigada en Jáchal se descubrió en Caucete en febrero de 2009, aunque en esa ocasión los cursos de “Auxiliar de enfermería” y “Estimulación temprana para neonatos con salida laboral inmediata” cosecharon muchos más adeptos: 332 en total, cada uno de los cuales abonó unos 40 pesos por la inscripción. Tal como ocurrió en Jáchal, la supuesta “enfermera profesional” Angela Ibáñez decía tener avales de Salud Pública de la Provincia y de la Nación, y hasta consiguió que el municipio, a través de un empleado primo suyo, la promocionara. Pero como en Jáchal, el mismo municipio descubrió sus mentiras y el 21 de febrero de ese año cayó presa. El 20 de septiembre del año pasado fue condenada a 6 años y 6 meses de prisión. En Buenos Aires, también era investigada por una estafa con viviendas.