En julio de 2006, mientras hacían los pozos negros para un barrio en construcción en la localidad jachallera de Mar del Plata, los obreros encontraron un esqueleto humano. Tras ser sometido a investigaciones por parte del Museo Gambier, se estableció que eran los restos de un aborigen de la cultura Angualasto. También habían encontrado restos de vasijas en el lugar, ya que era un ritual fúnebre de esa cultura enterrar a los muertos con piedras y alfarería a su alrededor. Y mientras extraían los restos, la Justicia de Paz de Jáchal ordenó frenar la construcción del barrio.