�Luego de 14 días de paros en los colegios preuniversitarios de la UNSJ durante el ciclo escolar de 2007, dos padres de alumnos de la Industrial, Antonio Villamil Mattar y Julián Gabriel Rimondini, presentaron una acción de amparo ante el juzgado Federal de Miguel Gálvez reclamando el pleno ejercicio del derecho a la educación de sus hijos.
El magistrado hizo lugar al planteo y le dijo al entonces rector Benjamín Kuchen que “la Universidad Nacional de San Juan, a través de sus autoridades, tiene la gran responsabilidad de garantizar la prestación del servicio educativo y no puede quedarse con los brazos cruzados y esperar que la solución llueva del cielo”.
Luego del llamado de atención, las autoridades de la casa de estudios dispusieron extender el dictado de las clases para recuperar los días perdidos.
