“Tengo perros y me puse a pensar que podía ser alguno de ellos”, comenzó su relato Sergio Casares, un albañil de 20 años que esta mañana se vistió de héroe y salvó a un caballo de morir ahogado.

 

Todo comenzó sobre las 9 de este jueves. Sergio regresaba a la casa de su suegro, con quien trabaja en la construcción, después de haber ido a ver una vivienda por un posible trabajo. Fue ahí cuando divisó al animal mientras era arrastrado por el agua en el canal Benavídez, a la altura del Barrio Almirante Brown, en Rivadavia.

 

El joven no lo dudó un instante y se comprometió a ayudar al equino. “Lo primero que hice fue llamar a la Policía, quienes se comunicaron con los Bomberos”, contó a DIARIO DE CUYO.

 

Tras ser llevado por la corriente unos metros, el caballo quedó atascado en la zona de la usina del canal. A esa altura ya estaban en el lugar varios bomberos, pero, lejos de ser ellos los protagonistas del rescate, Sergio fue quien se puso el operativo al hombro.

 

“Les pregunté a los bomberos si podía tirarme al canal. El caballo estaba muy lastimado porque se había enganchado con basura y se había golpeado contra las paredes. Se estaba por morir y no quedaba mucho tiempo”, relató. Con el permiso concedido, Sergio se tiró al agua y enganchó un cordel al cuello del animal.

 

De esa manera, entre varios vecinos y bomberos tiraron de la soga y lograron rescatarlo. “Una vez que lo sacamos, el caballo se echó y no se podía parar. Se le habían encogido las patas”, contó el joven.

 

Sin embargo, con la llegada de la Policía Ecológica el equino se recuperó y ahora está en mejor estado. “Me daba mucha lástima que se ahogue un caballo. No dejaba de pensar en mis perros”, dijo Sergio, a quien el traje de héroe le calza justo.