El próximo mandatario de Chile enfrentará una Cámara de Diputados dominada por la derecha opositora y un Senado que retornará al control del ahora oficialismo, lo que augura un difícil escenario legislativo tras los comicios presidenciales y parlamentarios del domingo. Quién gane la elección presidencial tendrá una tarea compleja para sacar adelante sus proyectos en el Congreso, con un dominio de la derecha opositora a nivel de diputados, en un hecho inédito desde el retorno a la democracia en 1990 y que podría ser un dolor de cabeza para Frei, no así para Piñera. En la nueva Cámara de Diputados, la coalición por el Cambio de la derecha opositora obtuvo una mayoría de 58 escaños, con 37 diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI), convirtiéndose en el partido más votado del país. El bloque oficialista de centroizquierda Concertación logró 57 puestos en la Cámara de Diputados, cifra esta última en la que se incluyen tres diputados comunistas. Son los primeros de esa tendencia política que entran en el Parlamento desde 1973. Se trata del abogado de derechos humanos Hugo Gutiérrez, de Lautaro Carmona, secretario general del Partido, además del presidente del partido, Guillermo Teillier. “El próximo presidente, para tener gobernabilidad, tendrá que generar una capacidad de negociación muy intensa, no sólo dentro de los partidos que van a estar en un proceso de renovación, sino también con cada uno de los parlamentarios”, dijo Guillermo Holzmann, analista político de la Universidad de Valparaíso. En total, son 120 diputados que harán su estreno el 11 de marzo del 2010. A nivel senatorial, el ahora oficialismo tendrá el control con un total de 19 escaños, mientras que la derecha opositora contará con 16, a los que hay que sumar tres independientes que suelen apoyar a uno u otro sector. En total son 38 senadores. El Senado renovó el domingo dieciocho de sus 38 asientos y la repartición fue perfecta: nueve cargos para la oficialista Concertación y nueve para la derechista Coalición por el Cambio, según el tercer y último cómputo oficial, entregado ayer por el subsecretario del Interior, Patricio Rosende. Analistas ven que un Senado bajo el dominio del oficialismo podría ser una barrera para los planes de un eventual Gobierno de Piñera quien, por ejemplo, pretende la venta de hasta un 20 por ciento de la propiedad de la minera estatal Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, y de un porcentaje similar en la petrolera ENAP.
