Hoy se cumplen dos semanas desde que los padres y alumnos de la escuela EPET Nro 9 “René Favaloro”, de Ullum, decidieron no ingresar a clases. Este método de protesta fue impulsado porque en la institución los chicos conviven con la falta de agua, aulas muy deterioradas y hacinamiento. Estos problemas fueron expuestos a la ministra de Educación, Cristina Díaz, y aún no tienen solución. Además Díaz dijo que a los alumnos no se les ha computado las faltas y que tampoco se pensó en sancionarlos. Aparte, ayer se conoció que en la escuela Almirante Ramón González Fernández, de Jáchal, los padres comenzaron una protesta similar y pidiendo por lo mismo (ver aparte).
Los padres y alumnos de la escuela de Ullum se mantienen en la protesta y dicen que continuarán sin entrar a clases hasta que el Ministerio les dé una solución definitiva a los problemas edilicios que tienen. Además dijeron que hace 10 días la ministra de Educación les prometió que iban a colocar baños químicos y dos módulos para que sean utilizados como aulas, para que de esta manera los chicos pudieran comenzar a asistir a clases mientras se realizan las obras definitivas en el edificio de la EPET Nro 9. Al respecto, la ministra Cristina Díaz no quiso confirmar si se había comprometido en la reunión que tuvo con los papás. Sobre lo que sí habló Díaz fue la decisión de no sancionar a los alumnos que hoy ya acumularán 14 días de inasistencia a clases. “No les computamos las faltas porque creemos que no corresponde ya que los impulsores de la medida son los padres de los alumnos y ellos son los responsables de que sus hijos pierdan días de clases”, dijo la funcionaria.
Los padres dijeron que desde que comenzaron con la manifestación, no pasó nada y que solamente hubo visitas y promesas de soluciones que hasta ahora no se han cumplido. “En los últimos días vinieron a la escuela arquitectos e ingenieros a observar las condiciones del edificio. Pero hasta ahora no se hizo ni una sola obra de las que pedimos. No es una locura lo que pedimos, sólo no queremos que nuestros hijos estén hacinados en estas aulas en las que se caen pedazos del cielo raso y con baños que no tienen agua ni puertas que les den intimidad para que puedan hacer sus necesidades”, dijo Silvia Quiroga, una de las mamás que encabezan el reclamo.
Si bien las obras más urgentes que piden los padres son los baños y aulas para descongestionar los cursos y comenzar con el cursado, esto no es lo único, ya que además reclaman que lo más pronto posible se acondicionen las aulas que hoy en día están en muy mal estado y sin luz. Además piden que coloquen puertas e inodoros en los sanitarios que actualmente no los tienen. Otro de los pedidos es por los bancos, ya que deben sentarse hasta 3 chicos en cada uno porque desde hace años no les entregan nuevas mesas y sillas para renovar las que se rompieron y ya no tienen arreglo.
