El volante del Atlético de Madrid, Arda Turam, es conocido por su carácter efusivo, pero ayer en la semi de vuelta sobrepasó ese adjetivo. Es que a los 3’ del segundo tiempo y luego de que el árbitro no le cobrara una infracción de Dani Alves, que provocó la salida de un botín, el futbolista turco se enfureció y le arrojó el zapato al juez de línea, quien pudo esquivarlo. El árbitro, Gil Manzano, sólo lo amonestó.