El cortejo fúnebre demoró cerca de tres horas en recorrer los 7 kilómetros que separan el aeropuerto del cementerio, abriéndose paso a duras penas entre la multitud, que traspasó los cordones de la propia Cristina Fernández pidió a los agentes que permitieran a la gente acercarse a la caravana fúnebre.

“Kirchner marcó a fuego a nuestra provincia”, “Fuerza Cristina” rezaban muchos de los mensajes de apoyo que acompañaron el recorrido hasta el cementerio, impecablemente pintado.

Tras la inhumación, el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, y el legislador José María Díaz Bancalari recordaron a Néstor Kirchner.

“Hay un reconocimiento popular que le han dado al ex presidente con esta despedida y con un mensaje de tranquilidad para todos los argentinos”, expresó Ross.

En ese sentido, el diputado nacional por Santa Fe sostuvo que “tenemos una presidenta con mucho coraje, convicción, con mucha templanza, que es una verdadera estadista, así que las cosas van a andar bien”.

En ese sentido, el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria, José María Díaz Bancalari, destacó que “hoy vienen a acompañarnos otros importantes políticos latinoamericanos como Hugo Chávez, y en eso Kirchner nos enseñó el camino”.

Se estima que por el velatorio de Buenos Aires pasaron unas 100.000 personas y otras 20.000 se apostaron en las calles para despedir al ex jefe de Estado, en medio de un operativo del que participaron más de 3.000 miembros de seguridad en el recorrido desde la Casa Rosada al aeropuerto.

Durante los funerales, unas 1.200 personas fueron atendidas por personal médico en Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno, y sus alrededores, y de ellas 19 fueron internadas.